lunes, 24 de septiembre de 2007

El Día de hoy


Hoy me subí a la micro, fue un día agotador, todo empezó en la mañana cuando desperté una vez más en mi acogedora cama, la que sabe de mis sueños, mis secretos, mis conversaciones, mis tristezas, la cama de mis lágrimas y sonrisas, me cuesta tanto desprenderme de ella y empezar un nuevo día en el que me espera mucho más que estar ahí, reposando, descansando, pensando …. Y para empezar voy a decir la verdad, sí, hoy no me bañe pero mañana si lo haré, durante el día hice muchas cosas, camine por las calles de Rancagua, con mi amiga, respondimos con un trabajo y escuchamos las clases, pero mi verdadero día empezó cuando tomé la micro de vuelta mi casa con un hambre a más no poder y ahí la infaltable señora que compró el pan recién calientito emanando a sus anchas ese exquisito olor, que obviamente llego a mí, no me quedó más que resignarme a esperar llegar para por fin almorzar a las 6 de la tarde, pero en el trayecto mientras escuchaba música, iba sintiendo sensaciones que me entregan esas notas de placer, digo placer porque a veces no lo son y son un sonido estridente que molesta a mis oídos, pero hoy a pesar de lo cansada que iba, la disfrute muchísimo, a medida que iba acercándome a mi destino vi cosas que hoy me parecieron interesantes como un chiquillo de aspecto relajado que se movilizaba en bicicleta, me dio ganas de estar en su lugar, su cara expresaba libertad, y sin querer me di cuenta que me sentí bien, y sonreí. Otras veces he visto otras cosas que me llaman la atención como perros teniendo un vida callejera muy especial y tratar de saber que es lo que buscan, que es lo que miran, de que escapan cuando una persona pasa cerca, porque te siguen cuando estas solo y cuando te sientes mal, se te acercan solo por una caricia, se acercan simplemente para saber si estas bien y les da los mismo quien seas, si tienes un auto, o una carretilla, o si tienes una moneda o algo de comer, eso da lo mismo … varias veces cuando me siento a mirar en alguna plaza se me acerca un perro, algunos que me acompañan un rato y otros que me siguen hasta el lugar que yo vaya, me esperan, me llaman, incluso me tocan la puerta, alguien que conozco me dijo que era un ángel, un angelito blanco que nunca voy a olvidar y que vi temprano al pasar y jamás imagine que me podría acompañar, no lo he visto más pero deseo que esté muy bien cuidando al alguien más.
Antes de llegar a mi casa, aun en la micro vi algo más, un firmamento lleno de nubes en líneas de color gris, rosado, damasco, apoyadas en el cielo celeste, y yo apoyada en el asiento de la micro con ansiedad de pintar lo que estaba viendo. El viaje en micro me hace pensar, me hace reflexionar y de hecho me gusta mucho. Mi día creo que termina cuando me acuesto pero preferiría que no fuera así y solo terminará cuando no es muy tarde para decir que tal vez no fue un buen día.
Tal vez no se escribir, pero se decir mis sentimientos....

domingo, 23 de septiembre de 2007

Chinita al vuelo

Tan solo captar el momento preciso en que todo puede ser perfecto y nada interrumpe la belleza del instante mágico que se puede vivir en solo un segundo que nos entrega la perfección de la simpleza de la vida... en mi mano, en un segundo, un pestañazo, una fotografía; y queda plasmado el momento de empezar a hechar la vida a volar....